Consejos para tener un buen ahorro de calefacción en la factura
La calefacción representa casi la mitad (un 46%) del consumo energético de los hogares españoles, según un informe del Instituto de Diversificación y Ahorro Energético (IDAE). Cada vez suben más los precios de la energía, por esto, es importante vigilar lo que gastamos en calefacción.
El 90% de los hogares en España tienen calefacción instalada, y, de ellos, más de un 80% tienen un sistema de calefacción individual. La opción mayoritaria en estos casos es la caldera (en un 50% de las viviendas) seguidas de los radiadores eléctricos y los equipos de aire acondicionado con bomba de calor. El aislamiento, punto clave para ahorrar energía. Sea cual sea nuestra forma de calentar la casa, sin un buen aislamiento nunca vamos a tener un sistema de calefacción eficiente que nos ayude a rebajar nuestra factura de energía. Las últimas tendencias en ahorro energético, como la llamada «casa pasiva» se orientan hacia ese objetivo. Si no dejamos salir el calor y entrar el frío, no necesitaremos reponer la energía perdida.
Con la finalidad de lograr un consumo eficiente de la energía tenemos algunos consejos para ti:
1. Comprobar que no existen fugas de energía en ventanas y puertas exteriores. Hay que revisar puertas y ventanas, encontrar los sitios por donde se filtra el aire frío del exterior y buscar la forma más segura y conveniente de impedir que eso suceda. Lo mejor es dejar cerradas las puertas de esas habitaciones cuando no las estemos usando. Según el IDAE, esa simple medida puede reducir hasta en un 30% nuestro gasto.
2. Ventilar la vivienda el tiempo adecuado. Es necesario ventilar bien la casa para evitar la acumulación de gases y humedades, tanto en invierno como en verano. Desde el IDAE, lo que recomiendan es dejar abiertas las ventanas como mucho 10 minutos, tiempo suficiente para renovar el aire de la estancia sin enfriar las paredes y el suelo.
3. Mantener las persianas y las cortinas abiertas durante el día y bajarlas y cerrarlas durante la noche. Es importante aprovechar al máximo la luz solar. Y, es igual de importante, cerrarlas por la noche para reforzar el aislamiento.
4. Reforzar el aislamiento térmico de las paredes, suelos o techos a través del estuco sintético para reducir filtraciones de aire. En su defecto, también se pueden utilizar soluciones más sencillas como pinturas que reflejan la luz y consiguen mantener el calor.
5. La colocación de alfombras permite reducir la pérdida de calor por el suelo. Además, los aislantes detrás de los zócalos son una buena manera de evitar fugas y mantener una sensación térmica ideal.
6. Purgar los radiadores al menos una vez al año. El aire (dentro del radiador) no calienta. Los radiadores de agua funcionan calentando el líquido en la caldera, que a su vez calienta el metal. Si el agua puede circular libremente, la eficiencia y el ahorro de los aparatos aumenta.
7. No utilizar los radiadores para secar la ropa. Parece una obviedad pero muchos son los que aplican esta fórmula de secado. La mejor forma de secar la ropa es dejarla al aire. Colocar la colada encima de los radiadores no solo llena el aire de una humedad incómoda; reduce la eficiencia energética de su calefacción y, sí, consume más energía.
8. Tenga un termostato a mano. Un sistema que encienda y apague la calefacción de forma automática teniendo en cuenta que la temperatura de la casa es «casi imprescindible», según el IDAE. En las casas con radiadores, es incluso posible instalar un termostato individual en cada uno de ellos.
9. La temperatura de confort. Desde el IDAE se afirma que la temperatura con la que estamos más a gusto en nuestra vida diaria oscila entre los 19 y los 21 grados centígrados. Para dormir, la temperatura recomendada va de los 15 a los 17 grados. Además, las temperaturas superiores a los 23 grados resecan el aire y provocan sensación de incomodidad. Hay que tener en cuenta que cada grado más de temperatura supone un 7% de gasto de combustible, así que es buena idea considerar otras opciones (como una manta o un jersey) antes de tocar el termostato.
10. Por último, se recomienda realizar un correcto mantenimiento de la caldera para que el consumo sea óptimo.
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