NOOR 1: La planta termosolar más grande del mundo
Al noreste de Ouarzazate, una ciudad de Marruecos conocida como La puerta del desierto, se está levantando la planta solar más grande del mundo. Cuando esté terminada medirá 6.000 hectáreas —más que el área de Rabat, la capital del país.
La planta ocupa una superficie de 450 hectáreas y su construcción ha llevado dos años y medio, durante los cuales se han movilizado a unos 1.400 trabajadores, el 70 por ciento de ellos mano de obra local y el resto técnicos extranjeros.
Con una potencia instalada de 160 megavatios y una capacidad de almacenamiento de energía en sales fundidas de 3 horas a la potencia máxima, la planta NOOR 1 es de vital importancia para el sector dentro y fuera de la región. Se trata del primer proyecto de energía solar que maximiza las horas de funcionamiento al día adecuándose a las horas pico del mercado eléctrico marroquí. Al frente del proyecto está la empresa saudí ACWA Power, propietaria de la compañía de ingeniería española Aries Ingeniería y Sistemas. La construcción de la planta, en el formato de llave en mano, la ha llevado a cabo el consorcio formado por las empresas españolas Acciona, TSK y Sener.
La primera fase se denomina Noor 1 y es una central térmica solar. Cuenta con 500.000 espejos parabólicos que persiguen la luz del sol durante el día para generar 160 MW de potencia, suficientes para satisfacer la demanda de 135.000 hogares. En 2017, cuando las fases Noor 2 y Noor 3 estén terminadas, el complejo iluminará 1,1 millones de hogares a través de 580 MW de potencia.
Cada espejo de Noor 1 mide 12 metros de altura. Su función es calentar unas tuberías que contienen un aceite térmico sintético. El fluido puede llegar hasta los 393 grados Celsius, momento en el que se intercambia su calor con el agua para generar vapor y hacer girar unas turbinas que producen la electricidad.
Las labores de diseño y construcción de Noor 1 fueron adjudicadas a tres empresas españolas: Acciona, Sener y TSK. Sener se encarga también de la construcción de las fases Noor 2 y Noor 3, que ya está en marcha. Además se levantará una planta de concentración fotovoltaica que no ha sido adjudicada.
Marruecos ha invertido 9 mil millones de dólares en el proyecto. Más allá del cambio climático, la motivación del gobierno es dejar de importar energía y combustibles fósiles del extranjero.
Marruecos quiere convertirse en abanderado del desarrollo de las energías renovables en África y en septiembre próximo albergará en Marraquech la conferencia COP-22, la primera que se celebra tras la Cumbre del Clima de diciembre pasado en París, que hará un primer examen de la ejecución de sus acuerdos.